Cirugía de nariz - una asombrosa transformación. Un paciente habla de su experiencia y su estancia en Ocean Clinic.
Aunque es una joven segura y extrovertida, Kara Robertson tuvo siempre un complejo, su nariz. Un paciente habla de su experiencia en Ocean Clinic y su estancia. Desde niña huía de fotos y espejos y, si oía risas, automáticamente pensaba que era por su nariz; incluso llegó a llamarse a sí misma “Gonzo”.
“La odio”, me cuenta, “Solía mirar las fotos donde veía mi perfil y me enojaba. Afectaba a mi autoestima y me creó un gran complejo”. He venido a verla a su lugar de trabajo, donde es una gerente alegre y jovial, que saluda a todo el mundo con una gran sonrisa. Se toma un descanso y se sienta conmigo para charlar relajadamente, con una radiante sonrisa que transmite confianza y seguridad en sí misma, es difícil de creer que solo hace seis meses se avergonzase de su perfil.
“Tuve mucha confianza en mi cirujano y su equipo; honestamente, no se equivocaron en nada”.
“Muchos amigos se han hecho rinoplastias” - Kara me comenta - “he oído tantas atrocidades y he visto tantas chapuzas que temía operarme, ¡y en particular, mi cara! Pero me recomendaron tanto al doctor Kaye y oí tantos halagos de la gente que había tenido cirugías con él, que sabía que haría un buen trabajo”.
Kara me cuenta que su mayor preocupación era el resultado final: “No me asustaba la operación. Tan pronto conocí al Dr. Kaye, disipó todos mis miedos y dudas porque era muy profesional y cercano. Le dije lo que no me gustaba de mi nariz y me enseñó una serie de fotos de “antes” y “después” de otras narices como la mía, ¡y los resultados eran increíbles! Me explicó lo que podía hacer por mí y me detalló el procedimiento, lo que me hizo sentir a gusto”.
La nariz de Kara me parece preciosa. Echo un vistazo desde todos los ángulos y, si no me lo hubiera dicho, no habría adivinado que se había operado. Es muy natural y proporcional a su cara. Quisiera saber si parecía así tras la operación y le pregunto cuánto le dolió.
“¡Nada!” - exclama sorprendida - “desde el primer momento que me desperté de la cirugía no tenía el gotero ni dolor."
Me dieron medicación para tomar en casa, pero no la necesité. No sangré ni tuve dolor, solo hematomas, que pronto desaparecieron y no dolían”. Kara me habla de su experiencia en Ocean Clinic y su estancia; es muy efusiva cuando habla de las enfermeras y del amable y maravilloso trato y servicio recibidos.
“Mi hermana vino para acompañarme y se quedó conmigo en la habitación donde le dieron la mejor atención posible y cuidados”.
“El doctor Kaye estaba a mi lado en cuanto me desperté. Me sentí segura y cuidada. Me visitó cuatro veces antes de darme el alta, viendo el progreso y revisando que todo fuera bien y sin dolor. Tuve una cirugía plástica antes y nunca recibí un trato tan atento”.
Le pregunto si tiene alguna queja o le decepcionó algo: “¡Nada!”, dice sonriendo, “desde que conocí al doctor Kaye, todas las consultas, la operación y el postoperatorio ha ido como la seda. A la gente le preocupa la cirugía plástica, porque hay muchas cosas que pueden salir mal; pero al elegir al doctor Kaye, hice la mejor elección. Después de mi experiencia en Ocean Clinic, definitivamente volveré.”
“¡ Fue fantástico ! La habitación tenía encanto: luminosa, limpia y apacible; incluso pude elegir un menú de un restaurante de calidad de Marbella que me lo trajeron a la habitación, ¡ cómo si estuviese en un hotel !”