Sin embargo, la tendencia está cambiando y mejorar nuestra apariencia ya no es un secreto.
¿Por qué nos enorgullece estar bellas?
Hubo un tiempo en el que realizarse una cirugía plástica era algo que no se quería admitir. Las pacientes se tapaban con pañuelos y grandes gafas de sol, dejando que se especulara “quién ha hecho y qué”.
Cada vez más famosas hablan más sobre sus retoques estéticos, haciendo que la gente normal busque un tratamiento y esté orgullosa de ello. La rapera Iggy Azalea es una de ellas. Recientemente, ha revelado que se realizó un aumento de pecho y una rinoplastia, encantándole su nuevo look. La cantante K. Michelle ha hablado abiertamente sobre el hecho de que sus curvas no son naturales; incluso, se ha grabado su cirugía estética en un reality “My Life”.
“Me hice mis pechos, tengo transferencia de grasa en mi trasero y me he quitado grasa de mi estómago. Son cosas de mujeres. No me avergüenza”.
Además, muchas famosas como Britney Spears, Pamela Anderson, Gwyneth Paltrow y Courtney Cox han declarado públicamente que se han puesto quimiodenervación. La cirugía estética está de moda; parece que el estigma que tenía ha quedado en el pasado. Según el doctor Kaye, Cirujano jefe de Ocean Clinic Marbella, “pasar bajo el bisturí es algo de lo que se puede estar orgulloso estos días”.
“Parecer uno de los mejores se ha convertido en lo más importante”, dice -“mucha gente gasta mucho tiempo y esfuerzo en su apariencia física: comiendo saludable, entrenando en el gimnasio, con tratamientos de belleza… los tratamientos estéticos son otra arma en el arsenal.
Para muchos, poder realizarse una cirugía es incluso un símbolo de estatus”, continúa - “sienten que han trabajado mucho para ponerse sus nuevos pechos o quitarse la barriga, y quieren jactarse de ello”. El doctor Kaye dice que ve menos reticencia en los pacientes, a los que les gusta hablar abiertamente de cirugía:
“La gente cada vez se informa más de los tratamientos estéticos que antes y, a menudo, vienen sabiendo lo que quieren exactamente. No son tímidos al “probarse” los implantes; de hecho, a menudo, lo encuentran divertido”.
“A veces buscamos pacientes para casos de estudios y cada vez tenemos más pacientes encantados con sus cirugías a los que les gusta hablar de ello”.
El doctor Kaye concluye: “Realizarse una cirugía puede ser una experiencia buena, maravillosa y un empuje de confianza, ¿por qué no debemos celebrarlo?”