¿Quiere buenos resultados en cirugía plástica? ¡Deje de fumar ya!
Cuidados Postoperatorios para buenos resultados en cirugía plástica. Si usted es fumador y se va a operar, tiene más riesgos de sufrir una complicación. Esta es la razón por la que aconsejamos a todos los pacientes cirugía plástica que dejen de fumar como mínimo tres semanas antes y tres semanas después de la cirugía estética; sin embargo, no solo pueden incidir en los resultados los cigarrillos tradicionales, sino todos los productos que contienen nicotina.
“Vapear” también supone un riesgo
Los cigarrillos electrónicos están siendo cada vez más populares y, puesto que no se quema tabaco, mucha gente cree que es una forma “segura” de fumar.
Los pacientes nos dicen que ellos han dejado de fumar cuando, de hecho, ellos están usando cigarros electrónicos. Otros se pasan a los chicles o los parches de nicotina para superar el deseo de fumar creyendo que les ayudará a “dejarlo”. Sin embargo, no es así. Mientras haya nicotina en su cuerpo, tiene riesgo de sufrir coágulos, daño en vasos sanguíneos pequeños, infección y complicaciones en la curación de la herida. Esto ocurre porque la nicotina aumenta el nivel de la hormona pituitaria llamada vasopresina, responsable de comprimir los vasos sanguíneos inhibiendo el flujo sanguíneo.
Un buen flujo sanguíneo es esencial para llevar el oxígeno y la hemoglobina a los tejidos dañados, por lo tanto, los resultados son peores y la curación es más lenta. Lo que es más, los glóbulos blancos inactivos se vuelven menos efectivos para luchar contra los patógenos, aumentando el riesgo de infección en la herida.
La nicotina implica también un gran riesgo en cirugía plástica
A cualquier paciente que se realiza una cirugía se le aconseja que deje la nicotina, siendo más importante para aquellos que se realizan cirugías tales como lifting facial, abdominoplastia o lifting de mamas.
La forma en que las incisiones se hacen en este tipo de cirugía difiere de una apendicetomía o una operación de disco. El cirujano cortará las diferentes capas de la piel, tejidos y músculo. Por otra parte, para un proceso donde el objetivo es tersar la piel, las incisiones que se hacen son similares a filetear un pescado.
El cirujano diseccionará las capas sin los vasos sanguíneos y separará la piel de los músculos. Una vez que se levanta la piel, se puede estirar, mover o eliminar la piel. Durante el proceso, el flujo sanguíneo normal es limitado por lo que es importante que el flujo sanguíneo que queda esté suficientemente oxigenado. La piel, la grasa y los músculos necesitan oxígeno para sobrevivir, por lo que los fumadores tienen mayor riesgo de sufrir necrosis de piel o grasa.
Cómo la nicotina limita el flujo sanguíneo
Si ha probado sorber un batido espeso con una pajita fina, puede comprender el efecto de los vasos sanguíneos restringidos en el flujo sanguíneo. La nicotina causa que los vasos sanguíneos se contraigan y la estrechez hace más difícil el flujo de los glóbulos rojos. Es decir, hay menos oxígeno circulando por el cuerpo, pudiendo permitir que muera el tejido. La curación de la herida puede ser más lenta, la cicatrización peor e, incluso, el dolor durante la recuperación mayor.
También pueden ocurrir complicaciones más graves como derrame cerebral, infarto, coágulos sanguíneos y neumonías. Un estudio ha constatado los fumadores tienen un 77% más de riesgo de sufrir un ataque al corazón tras la cirugía que los no fumadores.
Fumar implica complicaciones extras
No solo la nicotina y el monóxido de carbono presente en los cigarrillos afectan el flujo sanguíneo. Fumar cigarrillos también hace más complicada la anestesia. Fumar paraliza los cilios, una estructura parecida a pequeños vellos en los pulmones que ayudan a quitar los deshechos. En consecuencia, los deshechos se quedan en los pulmones, significando que los pulmones de los fumadores no funcionan como los de los no fumadores.
Los anestesiólogos deben trabajar más para mantener respirando a los fumadores bajo la anestesia y lo más probable es que tengan que usar un respirador tras la cirugía. Incluso puede impactar de forma importante en los fumadores pasivos, así que si alguien que se realiza o se recupera de una cirugía debe evitar los espacios cerrados donde la gente fuma.
Pare ahora y vea los beneficios
Cuanto antes deje la nicotina, mejor. Incluso si solo son unas semanas antes de realizarse su cirugía, puede significar una gran diferencia. En un estudio de pacientes de cirugía general, dejar de fumar tres o cuatro semanas antes de la cirugía reduce las complicaciones entre un 40% y un 20%. Sabemos que nos nervios crecen antes de entrar en el quirófano, pero tiene que resistir sus ganas de fumar un cigarro rápido; mejor ¡mastique chicle!