5 mitos sobre el aumento de mamas
A pesar de su popularidad, hay mucha desinformación sobre la mamoplastia de aumento.
El aumento de mamas es el tratamiento estrella en Ocean Clinic Marbella. Pero, a pesar de su popularidad, hay mucha desinformación sobre el aumento de pechos. Nuestras clientas vienen a menudo con las mismas dudas e ideas equivocadas, de manera que hemos realizado una lista con el top-5 de los mitos.
Si está considerando un aumento de mamas, esperamos que este artículo le ayude a tomar una decisión estando bien informada.Si sus dudas aún no se resuelven, contacte con nosotros y será un placer responder a sus preguntas.
Mito nº 1: No puedes amamantar tras la operación
Esta es la mayor preocupación para las mujeres que quieren formar una familia, pero dar de mamar con implantes mamarios es seguro y posible. Sin embargo, es importante informar a su cirujano plástico del deseo de amamantar, así podrá hacer la cirugía de la manera menos invasiva, con el mínimo daño al nervio. La mejor manera de hacerlo es con la incisión bajo el pecho o la axila, evitando la areola. Cualquier incisión alrededor del pezón puede reducir la sensibilidad y, como resultado, reducir la producción de leche.
La posición del implante también es importante; un implante colocado directamente bajo el tejido glandular impide estructuralmente que fluya leche. En su lugar, el implante debería de colocarse bajo el músculo, lejos de la glándula. Con los cuidados apropiados, una paciente tiene la misma oportunidad de amamantar que quien no se ha operado.
Sin embargo, si usted está embarazada o quiere tener un hijo, se aconseja esperar para tener la operación. Hay que esperar entre 6 y 18 meses para tener sensibilidad de nuevo completamente en el pezón.
Mito nº 2: Tener implantes aumenta el riesgo de tener cáncer
Hay gran número de estudios sobre si los implantes de silicona o salinos producen cáncer, pero no se han probado que lo causen. De las más de 1.5 millones de cirugías de implantes mamarios en los últimos 50 años, la incidencia de aparición de cáncer no es más alta que el resto de la población.
Una revisión publicada en 2013 sugirió que la presencia de implantes podía ocultar el desarrollo de tumores cuando una mujer se realizaba rayos-X o mamografías. Sin embargo, la presencia de implantes puede hacer más fácil detectar tumores de forma manual.
Mito nº 3: Todo los aumentos de mamas parecen falsos
En la actualidad es posible lograr un aspecto natural. Hay diferentes factores que influyen en la apariencia del pecho, desde la forma y el tamaño del implante a la colocación por encima o debajo del músculo. Los implantes subpectorales (bajo el músculo) producen un resultado más natural. Este método requiere una pequeña incisión (unos tres centímetros) en el pliegue bajo el pecho, resultando muy pequeña la cicatriz.
Para lograr un resultado lo más natural posible se recomienda transferencia de grasa; es decir, coger grasa de cualquier parte del cuerpo y ponerla en el pecho para esculpir su apariencia. Es un procedimiento de cirugía menor con resultados duraderos.
Mito nº 4: Un aumento de mamas rellenará mis pechos caídos
Si tiene pechos caídos, los implantes no arreglarán su problema. La razón: un implante sobre el músculo dará una apariencia de más lleno, pero quedará colgando, con la posición de la areola/pezón baja. Por otra parte, un implante bajo el músculo no llenará la parte vacía del bolsillo del pecho, que quedará unos centímetros por debajo.
Para lograr el aspecto deseado, se necesita combinar el aumento de mamas con un lifting de mamas, donde la piel de la mama se estira y tersa.
Mito nº 5: La operación es muy dolorosa
Muchos factores pueden influir en el dolor tras el aumento de mamas incluyendo la tolerancia natural al dolor de la paciente, la posición del implante (encima o debajo del músculo), el tamaño y la habilidad del cirujano. Cuando se usan los implantes con el tamaño adecuado (aquellos que no son excesivamente grandes), los cirujanos pueden realizar un aumento de mamas subpectoral con el mínimo trauma al tejido blando.
Cuando el proceso se realiza con destreza, el dolor es mínimo y se puede controlar solo con ibuprofeno. El dolor es más agudo en las primeras 24-36 horas, pero las pacientes pueden hacer actividades casi normales a partir del segundo día.